Como cada año, el verano en Salzburgo es tomado por la música. |
Salzburgo, esa pintoresca ciudad europea, que fluye tan lentamente, recibe a intérpretes, compositores, directores y melómanos del mundo, y adquiere la velocidad de un huracán.
Durante agosto parece que todo lo relacionado con la música sucede en Salzburgo, sede de la Universidad Mozarteum. Los interesados pueden echar un ojo a la programación aquí, con un leve destello de esperanza en los ojos, ya que, lo digo por experiencia, es posible encontrar boletos (incluso de los mejores y, ya con mucha suerte, gratis) incluso en el último momento.
Salzburgo se viste de fiesta y por todos lados es posible encontrar algo qué hacer. Lo que personalmente propongo para quienes tengan la opción de caminar por esas calles romanas junto al río Salzach y pasar frente a la casa materna de Mozart en la Getreidegasse, es darse un tiempo para ingresar a la Papagenoplatz por la Pfeifergasse. Comerse unos ramazzini en el cafecito de la izquierda y quizá mandarse a hacer unos zapatos a la medida en el local de al lado, ni más ni menos que de Forian Haderer (que sólo abre los miércoles, por cierto. Tel. +43 662 841473).
Luego, en la siguiente cuadra (Chiemseeg) dar vuelta a la derecha y cruzar el umbral de un bar español llamado Divinotinto. Ahí está una de las exposiciones más interesantes de Salzburgo. La pintora y bailaora de flamenco Christine Walch exhibe sus breves cuadros con frutas y verduras gigantes.
Su manera de jugar con el volumen real e imaginario de los objetos combina perfectamente con los tonos pastel de su paleta y el suave trazo de su pincel. El resultado es sorprendente. Una buena recomendación para pasar la tarde en la ciudad de la música con estilo, vino, "Frutas y verduras".
Fuente: NatGeoTraveler
Durante agosto parece que todo lo relacionado con la música sucede en Salzburgo, sede de la Universidad Mozarteum. Los interesados pueden echar un ojo a la programación aquí, con un leve destello de esperanza en los ojos, ya que, lo digo por experiencia, es posible encontrar boletos (incluso de los mejores y, ya con mucha suerte, gratis) incluso en el último momento.
Salzburgo se viste de fiesta y por todos lados es posible encontrar algo qué hacer. Lo que personalmente propongo para quienes tengan la opción de caminar por esas calles romanas junto al río Salzach y pasar frente a la casa materna de Mozart en la Getreidegasse, es darse un tiempo para ingresar a la Papagenoplatz por la Pfeifergasse. Comerse unos ramazzini en el cafecito de la izquierda y quizá mandarse a hacer unos zapatos a la medida en el local de al lado, ni más ni menos que de Forian Haderer (que sólo abre los miércoles, por cierto. Tel. +43 662 841473).
Luego, en la siguiente cuadra (Chiemseeg) dar vuelta a la derecha y cruzar el umbral de un bar español llamado Divinotinto. Ahí está una de las exposiciones más interesantes de Salzburgo. La pintora y bailaora de flamenco Christine Walch exhibe sus breves cuadros con frutas y verduras gigantes.
Su manera de jugar con el volumen real e imaginario de los objetos combina perfectamente con los tonos pastel de su paleta y el suave trazo de su pincel. El resultado es sorprendente. Una buena recomendación para pasar la tarde en la ciudad de la música con estilo, vino, "Frutas y verduras".
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