A la naturaleza, construir un mini paraíso le puede tomar
miles de años. Cerca de Austin, en Texas, Estados Unidos, existe una piscina
natural que se ve (y se disfruta) como un sitio idílico. Un río subterráneo
erosionó por miles de años una cavidad, que al derrumbarse, deja lugar a un
pequeño oasis resguardado, con aguas calmas, una cascada y vegetación que se
ven como un lugar bastante inusual. La piscina, está rodeada por enormes losas
de piedra caliza, y decorada por estalactitas, musgo y algunos arbustos que
crecen colgados entre las rocas.
Se conoce como Hamilton Pool, parte de la Reserva Balcones
Cayonlands, una área protegida que no cuenta con ningún tipo de alteración, ni
servicios, pero que permite cada verano la llegada de centenares de bañistas y
gente dispuesta a pasar una jornada en un lugar único.
Hace poco más de un siglo atrás, los propietarios de la zona
descubrieron el colapso de lo que hasta entonces era una gruta, dejando lugar a
un sitio de gran valor recreativo, por lo que el área fue abierta al público.
La popularidad de Hamilton Pool, se dispara sin embargo en
la década de 1980, ya como un sitio de natación legendario. Entonces, el
gobierno local compra el terreno y se encarga de su cuidado. Hoy, los cupos de
visita son limitados y para arribar, se requiere de una breve caminata.
Incluso, hay días en que el lugar está cerrado por el peligro de inundaciones.
Fuente: 101 Lugares increíbles
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