Es una zona de densa selva tropical, pero entre el follaje,
aflora vapor que nace de charcas en ebullición. Tampoco faltan zonas donde el
lodo de marmita hierve, y lugares donde la temperatura se vuelve insoportable.
Apenas debajo de la superficie, la actividad del volcán cercano está presente,
aunque apenas da algunos indicios. Rincón de la Vieja, en Costa Rica es una
combinación nada usual de actividad geotérmica cubierta de una densa selva, y
dicen, es uno de los rincones más fascinantes de todo el país.
El nombre Rincón de la Vieja, nace del propio volcán a 1,916 metros sobre el
nivel del mar, un recuerdo de que nuestro planeta no duerme, aunque en ésta
ocasión, compite con la jungla en una pulseada en donde la vida parece
adaptarse sin contratiempos: lagos que contienen dióxido de azufre, vapor y
actividad térmica en medio del verde y una biodiversidad increíble que hasta
podría abrumar al volcán.
La atmósfera del lugar, con una densa vegetación “al vapor”,
hacen del Parque Nacional un lugar casi mágico y hasta “misterioso” si se
quiere. Después de todo, la combinación entre el “infierno” de las entrañas de
la tierra y la vida de la selva hasta parece un hermanamiento inverosímil.
Ideal para la ecoaventura, para recorrer senderos y explorar
rincones, Rincón de la Vieja
posee también un lugar donde refrescarse sin terminar “al dente”: una laguna de
agua fresca también volcánica y hasta una inmersión en aguas terapéuticas de
azufre caliente, pura generosidad de la naturaleza.
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